El jueves 27 de Marzo solo quedaban tres días de competición y cuatro para iniciar el camino de regreso hacia España. En esta etapa teníamos que desplazarnos desde Merzouga hasta Rissani y fue el único día que realmente se nos pasó por la cabeza no participar en el tramo de regularidad y disfrutar de este espectacular entorno.
Con la pena en el cuerpo por no disponer de un día de descanso para disfrutar tranquilamente de la zona, nos metimos en el coche y nos dirigimos al punto de inicio del tramo de regularidad donde, como todos los días, se hizo la revisión de rigor al 325i antes de empezar la etapa.
Con la entrega del rutómetro nos hicimos una idea de lo que nos esperaba al comprobar que bastantes indicaciones venían expresada en rumbos en grados.
Muchas zonas de arenales que complicaban la etapa.
Entramos en zonas de desierto total.
Tener que utilizar la brújula daba lugar a situaciones de encontrarse coches de frente....
El final de la etapa se hizo un poco pesado al transcurrir por terrenos muy bacheados.
A pesar de llegar muy cansados al camping después de un largo y complicado día se recargaban las pilas simplemente al disfrutar de las vistas.
El interior del BMW 325i tras la batalla.
Tras montar la tienda ya de noche tocaba descansar para la penúltima etapa que nos iba a llevar desde Rissani hasta Midelt.
Por la mañana hicimos varias paradas en el tramo de enlace para disfrutar de las vistas.
El tramo de regularidad en su parte inicial fue muy divertido y rápido, pero después se complico mucho la orientación y el terreno.
Hicimos noche en el mismo camping cercano a Midelt en el que habíamos dormido hacía 5 días.
Tierra por todo el interior.
A estas alturas del Rally cualquier reparación era válida jaja
El sábado 30 de Marzo suponía la última etapa del Rally, la única que iba a ser totalmente por asfalto, y en la que teníamos que trazar unas rutas para pasar por determinados pueblos y ciudades en busca de unas localizaciones que nos daban en fotografías, hasta llegar a la ciudad de Meknes.
En la carretera te encuentrabas de todo, como estas cabras en un corralito en el techo.
Vistas espectaculares.
La llegada al hotel de Meknes donde estaba situado el final de etapa suponía el final de la parte deportiva del Rally Clásicos del Atlas.
La entrega de premios en el hotel.
La organización al completo.
Al día siguiente aun nos quedaban mas de 300 km para llegar al Ferry en Ceuta y después casi 1100 km hasta Vigo. Una autentica paliza y mas después de todos estos días de rally. Pero esto lo dejaremos para el siguiente y último artículo sobre la participación del equipo bmwswap en el Rally Clasicos del Atlas